jueves, 14 de febrero de 2019

La niña que llora.

Otra vez la balada que suena
para calmar a todas mis fieras,
sin suerte.

Tengo dentro de nuevo a la niña
que llora, y al monstruo que disfruta
si la oye y no quiere que se calle.
En bucle, en bucle, en bucle, en bucle,
la angustia que por mucho que escriba
no se cansa de hacer que me desangre.

Cuántas gotas más de mí tienen que caer
para ganarme la paz que me quitaron las
guerras de otros.