viernes, 29 de septiembre de 2017

Causa perdida.

Sus ojos no eran clásicos, eran los únicos que irrumpían en mi inexorable indiferencia, que rompían mi cráneo y que reinaba en mi pecho su bruma. Han pasado años, pero la noche que me los encuentro hago el amago de caer. Pero ya no caigo. No está hecha mi boca para el amargo de tu causa perdida. Olvidé, y por un descuido he terminado matándome en aquello de lo que llevo tanto tiempo huyendo. Siempre amando la espina sin antes ver si queda flor encima. No aprendo a pesar de que me enseñaste que ni tratándose de los dos nunca se llega a ninguna parte. 

viernes, 15 de septiembre de 2017

Epitafio V

Hay noches que la tristeza todo me puede. He dejado de ver las cosas que antes el corazón me movían, lo tengo todo reducido a cenizas en mis manos, y ya no sé si pertenece al cigarro, a mi pecho ardiendo, o al pasado que con lagunas de dolor recuerdo.

Tengo al frío de la madrugada pegando en mi espalda, se ha abierto una veda, y esta vez no sé si voy a poder saciarla.

Epitafio IV

Me he pasado toda la noche despierta, y ya no sé como limpiar esta carcoma que me dejan de herencia. Pasadas las tres te escribo lo que quieras, y de regalo estas carencias que tantas cicatrices me cuestan. Me sangran las encias de aferrarme hasta con los dientes al clavo ardiendo que desde hace tanto tiempo me somete. Si pisas por donde piso yo te mueres, por eso me he encerrado dentro, no necesitamos más mentes rotas y cuerpos descompuestos. Ya me darás las gracias cuando pague el precio de la mala suerte que me tocó por ser todo corazón memento.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Epitafio III

Cariño, yo ya no tenía corazón ni alma para nadie. Hice contigo excepciones, y me propuse darte lo que quedaba de mí. Que por poco que fuera, creo que no merecí este ensañamiento. Me sé la teoría, y tengo marcas encubiertas bajo el pecho que demuestran también la práctica. Y aunque fue precioso, me arrepiento, ojalá no formaras parte en mis adentros. De haberlo sabido habría dejado que murieras de frío, como ahora me dejas morir a mí para vivir en una falacia. No tenía la vida para jugármela por más cosas sin sentido, y tú que lo sabías, no te importó y lo has dejado todo aún más vacío. Espero que algún día pienses más allá de tu ombligo, y dejes de robar el amor que quizás otros si hubieran apreciado tenerlo consigo.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Epitafio II

A veces me asomo a mi pecho, como con miedo, después de tantas lunas no sé que me puedo encontrar en ese cráter emocional. Este océano desierto, que ya no me tiene nada para ocultar desde que lo desbordé todo por el arrecife de sus ojos, donde me quedaría a vivir para hacerle honor a los secretos de mi nombre, que suyos son.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Epitafio I

29/08/17

Se avecina una tormenta que mi pecho ha originado. Empieza a oírse el eco de los truenos, y no me importa acabar esta noche fulminando más de un alma. Si ves que algo destella escóndete, son mis demonios buscando a quien me ha apuñalado, los tengo dominados. Y cuando veas que algo gotea cierra los ojos, va a explotar el aguacero que por ti me he tragado. Es 29 de agosto, y creeías que ya lo conocías, pero después de esta madrugada vas a llamar al frío por mi nombre. Sigo siendo el caos, ahora al tiempo le ordeno yo las cosas.