domingo, 28 de diciembre de 2014

Una noche de tantas.

Y nada tío, otra nueva noche rota, sin nadie que quiera jugar con el rompecabezas de mis cochambrosas heridas. Sin confianza que ejerza de fiso y junte mis pedazos rotos. Me reencontraría con la cerveza, si no fuera que hasta ya me da pena llamar 'amor' el besar la boca de una botella. Voy a refugiarme en el hastío de mi nostalgia mientras espero a que amanezca por si tengo más suerte mañana, que sé que no. Que le di mi amor a no sé quien, y no tiene intención ni de devolvérmelo a plazos. Como el tiempo que se me escapó en aquel beso sin sabor, o las horas que tiré junto a la ceniza de aquel cigarro. Vamos, un puto sin sentido, como irme a dormir para despertar nuevamente sin la suerte de tenerme.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Cuando...

Cuando llevas los ojos nublados de dudas,
la incertidumbre esparcida al tacto,
y las ganas taponadas por la decepción.
Cuando te has manchado de
palabras ácidas la lengua,
te arde la garganta,
y lo único que no yace en cenizas es tu pena.
Cuando pesa la condena,
y llevas sucias las intenciones,
se intoxican los pulmones de traición.
Cuando aspiras aire del infierno,
y se ha vuelto negro el corazón.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Ni a dónde, ni porqué.

Me marcho,
por un rato o una eternidad,
quien sabe.
Tampoco sé a donde,
ni si quiera bien el porqué.
Pero me marcho,
a algún lugar donde no tenga
que dar más..
votos inútiles de confianza.
Donde el frío me abrace,
abarcando toda mi piel,
para no sentirme más
como si desbordase por un terraplen.
Que imbécil.
O así me siento.
Como si todo lo que tocáse
se rompiese entre mis manos,
dejé de ser delicada,
cuando,
en vez de astilla,
me afilaron como estaca.

lunes, 13 de octubre de 2014

Nauseabundo.

Vomitivo.

Sin duda, esta es la palabra más
peculiar y descriptiva para definir
mi vida. Un despojo por corazón,
que habita en la penumbra de mi
tristeza interna. Pero interna porque
ya ni si quiera me chorrean los ojos.
Tengo por lengua un nudo que
tapona mi garganta, tanto, que ya
no soy capaz de escupir sin tapujos.
El aire me estrangula los pulmones,
queriendo reventar y poner fin a
este macabro dolor que no me deja
vivir. No queda nada que me sosiegue.

Nauseabundo o vomitivo,
ya no hay sitio para mis ojos en este mundo.

domingo, 12 de octubre de 2014

Amor de quita y pon.

Me bebo tus palabras,
y me atraganto.
Las muerdo,
y me dan arcadas.

No sé quererte a ciegas,
pues me duelen los ojos del espanto
que me cuenta tu boca.
Está mi corazón regido por un engaña
bobos, llamado amor.
En estas latitudes ya no queda
tiempo para más besos ni caricias.
No cuando estoy bañada en el
queroseno de tu saliva,
que me hace arder, y que me arde,
entre promesas mal juradas
y una noche entera de discusiones
banales sobre las ojeras
inexsistentes de tu corazón de pega.

domingo, 5 de octubre de 2014

Ojos de zafiro oxidado.

Mirar el techo.

Ver como el día muere.

No hacer nada,
tan solo ver como el cielo cambia
sus tonalidades hasta volverse
negro, como mi corazón.

Los domingos son tan absurdos,
como seguir respirando un día más.

Pero aquí seguimos, cada día.

Intentando buscarle un sentido
a nuestro alrededor,
creyendo ilusos que a la vuelta
de la esquina nos espera la felicidad
con una sonrisa,
que se pondrá de rodillas para
querernos toda la vida.

Imposible es el apellido
de mi corazón incapacitado para
volver a creer, confiar o amar.
Porque a estas alturas,
ni si quiera queda suelo para
escapar corriendo.

Y ese mar que miras,
lo formé yo con el cauce de dolor
que desbordaba desde mi pecho.
Aunque no conté, al expulsarlo,
con que las olas golpearan
mis costas demacradas por las
palabras de tu boca.

Me he vuelto corrosiva, desde que
se me escapa la vida cada fin de
semana por las manos de un
desconocido, que lanza piedras
cada noche a mi ventana.

Tú que me lees no comprendes
el dolor de mis ojos,
estaba destinada a lucir zafiros,
pero se volvieron de ese marrón
oxidado de tanta lágrima deslizando.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Mi boca.

Aléjate de mí que muerdo.

Que qué le hago yo si la impaciencia
quiere que devore cada parte de tu
cuerpo.

Tengo la marca en mis labios de mis
dientes, deseando que sea un
mordisco de los tuyos.

Queriendo posar mi boca en tu vientre,
para comerte hasta que salga el sol
y comenzar, de nuevo, por tus...

De ningún lugar, de nadie.

Como aquel objeto que se pierde
y nunca se vuelve a encontrar,
ni a echar de menos.

Como la punta del cordón
del zapato que pocos recuerdan
su nombre,
o ponerle 'x' a la incógnita
que se desconoce.
Pues, 'y', es mi apellido.

Mi lugar en este mundo es igual
a las raices cuadradas de un
numero negativo.
Inexistente.

Trepan por mí las palabras
como una henredadera que
se apodera del abandono de
mi verano moral.

Se acerca el invierno,
y no soy de nadie.

Voy al lugar donde las cosas
que no son nada van,
pero ni siquiera sé donde eso
puede estar.

Estoy absorta en nudos que
no me atan a ningún lugar.

jueves, 28 de agosto de 2014

'El coco'

Se me partió el corazón, o quizás me dolía lo ya partido. El caso es que notaba una nueva presencia que amenazaba con dejarme un vacío más. Me vino a visitar el coco, y me comió todo menos las dudas y los miedos. Jugaba como un niño lanzando mi suerte y cogiéndola al vuelo, ahora entiendo a quien debo la montaña rusa en la que vivo cada día. Lo extraño de todo es que habita en mí, acabé descrubiendo que 'el coco' es un seudónimo de mi demonio, por si tengo que llamarle exclusivamente a él y no encontrarme con el arrepentimiento de mi nombre.

sábado, 23 de agosto de 2014

Es tut mir weh.

Desde que me perdí entre las dunas de mis dudas no levanté cabeza.

He perdido, también, la cuenta de cuantos infiernos he visitado.

Me gané el cielo, pero en el momento menos inesperado me cogió mi orgullo de la mano.

A estas alturas me desangro sin que haya herida, respiro sin vida, empapo sin tinta.

Me desdoblo con el odio y la rabia me carcome.

Saturo en la hoja lo que plasmaría en el lienzo de tu cuerpo canalizando mi melancolía.

sábado, 16 de agosto de 2014

Mi salvavidas particular.

Sin yo imaginármelo y sin tú saberlo,
me cambiaste los planes, y de piel.

Ya no estaba tan curtida después de
que me lijaras con paciencia y cariño a
escondidas.

Se cerró el grifo de agua en mis ojos,
que sin porqué, inundaba mi pecho de
dolor.

Me encontré reflejada en tu mirada,
entonces, amanecí después de mil
años de glaciación.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Las nubes de tu boca.

Lo tiré todo por la ventana de tus labios.

Hasta quedarme ante ti desnuda para vestirme 
con los sentimientos del armario de tu pecho.

A fuego lento me hiciste tuya.
De tal manera me quemé que solo quedan
las cenizas a punto de esfumarse.

Quería devorar la menta de tus ojos y beberme
la espuma de tu boca.

Tu lengua se deslizo por mí como agua, y yo,
me ahogué por no querer nadar en otras.


domingo, 10 de agosto de 2014

Sumisa de la noche.

Acongojado corazón.

Fracturado en mi mano en mil pedazos.
Ya no hay nada que por el día o la noche
le sosiegue.

Busqué entre los escombros mis pedazos, 
devoraron, las ratas, los fragmentos de mis
sueños destrozados. 

Tan solo encontré entre los brazos de la noche
mi apogeo, tan convaleciente cuando amanecía
que me escondía bajo las sábanas a la espera
de una nueva Luna. 

Me torné una vez más a la oscuridad, ella me daba
aliento para respirar y bajo su negra capa me volví
impasible, me brillaban las ideas como estrellas. 

Por aquel entonces mi corazón estaba teñido de negro, sumergida en mi mirada taciturna y funesta piel helada.





miércoles, 6 de agosto de 2014

Amor utópico.

'Me duele' pensar que a estas alturas me es indiferente que fueramos unos desconocidos que nunca llegaron a conocerse.

Que no tenemos derecho a mirarnos por tanto daño cometido, mientras voy asumiendo conforme se consume mi cerveza y llego al fondo de la conclusión, que despachaste a este corazón como si fuese un colchón donde saltar.

Que me bebo lo que un día fuimos por no recordar que estoy llena de vacío y que a ti que más te da.
Que la noche me besa mejor de lo que besaba tu boca cuando era de noche.

Te escribo sobre amor, sin sentir otra cosa que ruinas.

lunes, 14 de julio de 2014

De visita por mis ruinas.

Y joder que si miré cada rincón pensando en que ya había estado allí. Eran las mismas cosas, las mismas personas, hasta parecía el mismo sol. Lo único que había cambiado era yo y la nostalgia que me carcomía por dentro. Ahora tan solo era un despojo de desacuerdo en medio de algo tan bonito y especial como aquello. Quería llenarme através de mis ojos de aquel lugar, sus recuerdos me daban tantas hostias como les apetecía sin tener en cuenta si me sangraba la sonrisa. Podía tocar el pasado con mis dedos pero por mucho que lo intentase se me terminaba resbalando entre ellos. Me resigné y decidí volver la vista atrás una última vez, pero esa última vez fue el golpe fatal que me consumió derrumbándose sobre mí aquella bonita realidad que formé con paciencia, y que en una fracción de segundo se rompió.

martes, 8 de julio de 2014

Pena en braille.

He sido muy de beberme a borbotones
los versos que aún no te he escrito.
Como queriendo volver a llenarme de lo
que un día fuimos.

Solo hasta ahora seguía corriendo la
pena por el grifo, de mis ojos.

Decidí que ya estaba demasiado
encharcada como para dejar que
siguiera subiendo y ahogarme en las
malas decisiones que tomé.

Lo único que se asomaba por la
ventana de mi pecho era ese mar de
dudas que se había creado, que tan
solo puedes leer haciendo braille por
mi piel, pero para ti ni fue suficiente
darte los secretos que mi corazón
portaba, y que en un frenesí de amor a
ti se delató.

sábado, 5 de julio de 2014

Tú, yo y nuestras manías.

Siempre fui de palabras hasta que me dejaron sin ellas. Ahora soy más de observarte, esbozando una sonrisa que a duras penas nunca llega de oreja a oreja si no es por ti.  Si por mí fuese podrías romper el espejo y reflejarte en mis ojos que se dilatan al verte.  Me engrandeces, porque si no fuese así no sé como cabe tanto querer en este estrecho pecho, que pueden pasar años y nunca alcanzan los sentimientos su techo.

Entre tantas y tan tontas son muchas las manías que querría tener contigo a solas.

sábado, 21 de junio de 2014

El final de mi adiós.

Dile que me cansé, y que ahora tan solo bostezo con su recuerdo reprimido en mi pecho. Mis ojos ya no se turbian nefastos buscando una piel que siempre fue tibia, ni me apetece el empalago de tu taciturna mirada perdida. Yo que tan desenfrenada vorágine de pasión lancé hacia a ti regalándote hasta el más sincero suspiro de anhelo, esta noche te vas al cuerno, por derrochar el amor que otros si hubieran apreciado tenerlo.

viernes, 20 de junio de 2014

Sin cobertura.

He perdonado cosas imperdonables, y luego quiero quejarme entre gemidos cada noche. Creyendo, tan ilusa, que curaba su perdón cuando tan solo me agrietaba más las dudas. Así de desnuda he acabado, paseando sin cobertura por mi corazón de extrarradio, que no encuentra en ningún pecho cordura alguna que me desquite el despecho que tengo como cuna. Y entre bastos besos que no me ceden ningún verso si no proviene la saliva de tu boca, me precipito al precipicio a ver si encuentro un universo paralelo que me condene a quitarte cada ocaso la ropa.

sábado, 14 de junio de 2014

El verde de tus ojos te delata.

He notado como brilla el verde de tus ojos al verme, como se estremece tu cuerpo entero cuando paso por tu lado. Y tu nuca vulnerable por si recibe un mordisco de mis labios, mientras tu pulso es un seísmo con el epicentro en tu ombligo. Y me miras, de reojo, mientras me sonrojo pensando en que quiero ser tu único antojo, como el que escondes en la parte inferior derecha de tu espalda, o el deseo pasajero que tienes los domingos. 

lunes, 9 de junio de 2014

Un arqueólogo para mis ruinas.

Nadie lo entiende, ni les interesa saber como es que he acabado con la locura encadenada a los pies. Así que ataco con igual indiferencia hacia su polvareda de mentiras, provocada por mis escombros, que buscan un arqueólogo que observe de cerca como me pesa esta vida. O al menos me pesaba cuando aún no estaba en ruinas, y yo no yacía sobre las cenizas sin ganas de abrir los ojos porque ya no me quería.

sábado, 7 de junio de 2014

A medias tintas.

En un brote de locura me hincaste tus uñas por mi interior helado, y más que arañar con ternura tengo los rayajos de tu desquicio desenfrenado. Tengo jaquecas en la cabeza de tus silencios, sonando a pleno pulmón en mi oído. La piel reseca, eso sin hablar antes de mis ojos, que ni siquiera está apenas mi lengua mojada, o mi boli que ahora suele quedarse a medias tintas, y todo proviene de que te ofrecí empaparte de lo mejor de mí, a lo que tú accediste actuando como una sanguijuela a la que solo le interesaba su propio porvenir, sin tener en cuenta que me entregué porque contigo quería encontrar mi fin, pero no me refería a así.

viernes, 6 de junio de 2014

Se acabó la función.

Se cerró el telón y apagaron las luces. El silencio envolvió la habitación, y Soledad te calaba hasta los huesos de frío. A ciegas chocaba con aquel enorme orgullo, negro, como su pelo, o aquella noche sin estrellas. El caso es que era su boca mi llave maestra, y ahora tan solo quedé como una caja fuerte cuya combinación se esconde en el secreto de su voz.

jueves, 29 de mayo de 2014

Niégalo todo.

Por ti me partí la cara, rompí mi sagrado horario de dormir y mi cama me odiaba por acostarme a la espalda de sus sábanas. Hasta pasé del café de los domingos por beberme el de tus ojos. Prefería tus marcas a las de cualquier otro gato, el rojo me quedaba bien cuando me teñía tu boca de bocados. Te escribo esto mientras encuentro ahora cada noche en el mechero mi placer, niégalo todo, pero yo he visto tu cara al lamer mi miel, y sé que aunque esté rota en pedazos a ti te gustaría volver a recorrer mis piernas en pleno invierno como solías hacer.

martes, 20 de mayo de 2014

Cadena perpetua.

Sé que voy a despertarme y tú no vas a estar, ni aunque me des los buenos días volverás. Sé que te desvaneciste, que no vas a regresar, que me muerdes y aunque aprietes no hay nada que sentir porque el vacío que una vez dejaste se quedó dentro de mí. Sé que me has arañado la espalda, porque he visto mi reflejo, sin embargo no escocia. Te he mirado con cara de pena por no darte cuenta de que estaba delante de ti, rogando en silencio el roce de tus yemas. Me muero de dolor sin que me duela, me encariñé cada día sin que lo supieras. Me enganché a ti y desde entonces soy infinita, perdida por tus caderas, recorriendo tus curvas y durmiendo en tu ombligo de primavera.

sábado, 17 de mayo de 2014

Yo, mi enemigo.

Un pozo sin fondo mis pupilas negras, oscuras, rebosantes de agua helada que resbala por mi cara. Se encharca sin pudor mi garganta de palabras que tapujan la salida sin poder mediar alguna. Y me encojo entre las estrecheces del sótano de mi corazón, y me muerden la boca cual llave en la cerradura de su portón, y me gritan al oído una y otra vez que yo no estoy hecha para caminar de su mano, mientras suena nuestra canción y me dice un 'adiós' que ruge un 'hasta luego'. Me senté sobre las ruinas, cansada de levantar muros endebles que yo misma derribo.

martes, 13 de mayo de 2014

Pedacitos de ti.

Voy a matarme por cada uno de tus suspiros, hasta que tus yemas circulen por mi piel intentando leer el mapa que trazan mis lunares. Hasta que cada parte de mí, sean pedacitos de ti, deborados por tu boca, y tus labios sean los que desborden la locura que desde mis ojos asoma. Que quieras dibujar con los dedos hasta la última curva de mi cuerpo, para después matarte en ellas, y convertirme yo en tu lecho.

jueves, 8 de mayo de 2014

La locura de siempre.

Nada nuevo, ni por fuera ni por dentro. Las mismas heridas de siempre, que no curan si no es con la dulzura de tu saliva. Y si la tristeza trata de dolor, ya ni duele, tan solo me aburro de que hurguen tantas veces por mis costras. Los mismos ojos café que ya no temen al insomnio de tu ausencia. Paradoja se llama la nostalgia que siente mi boca enamorada de cada palabra que le dedico a mi ego desconsolado. Unas ojeras ilegibles que dejaron las largas noches de espera, o aquel moflete sin color que borró cada lágrima de desazón. Impulsos que sonaron más que la razón y se fue a tomar por culo todo mi valor.

martes, 29 de abril de 2014

Voy a suceder.

Llevo tres días intentando colocarle las palabras adecuadas a esto lo que quiera que tengamos. Intentando descubrir las palabras exactas para despedirnos a falta de ese frío abrazo, o como podría reconquistar los recuerdos que un día formamos. No tengo en estos instantes ni pies ni cabeza, a lo cual entra el alocado corazón, que me dice que me meta en tu cama, pero apunto de retirar las sábanas entro en razón o será culpable este pulso traicionero que causa tu presencia. A fin de cuentas quiero decir que yo ya no me entiendo con otra piel que no sea tu superficie blanca. Que cuando menos lo esperes voy a suceder, y seremos lo que quiera que tengamos que ser.

martes, 22 de abril de 2014

Desaparece.

Te fuiste tan rápida que ni te vi llegar, que ni supe disfrutar del segundo de adrenalina que ofrecía tu amistad. Fumé de tu comprensión en recuerdos que más que aliviar mataban. Intenté agachar tu puesto en los dedos de mi mano, inútilmente, lo quise amputar; con alcohol. Te lloré como llora la viuda, como aquel que echa de menos correr por ir en silla de ruedas. Pero así funciona la vida y sus trueques, cuando creas que has encontrado tu lugar con la gente apropiada escóndete que viene el lobo. Mira que soy de chistes, pero del humor negro que venía teñido su tiempo ni puta gracia. Si te vas, vete. Pero no vuelvas para llenarme una y cien veces más de pena, solo me das agua y me muero de hambre.

viernes, 18 de abril de 2014

Buitres y putas.

Me cansé de estar esperando sin saber que esperar, me levanté entre la polvareda de mis ruinas, ahora sin temblar. Oí como ladraban, pero callé, porque ahora muerdo más que los carroñeros de ayer. Dispuesta a disputar cualquier disputa con la que me venga cualquier puta, ya cerré más de una boca y sin usar ninguna forma abrupta.

Cainofobia para comer y cenar.

Odio que esperen grandes cosas de mí cuando tan solo soy una carta más en medio de la baraja, otro peón en el tablero que sacrificar. Prefiero quedarme debajo de las sábanas donde nadie me pueda ver, dormir en la tranquilidad del silencio que me entiende sin hablar.  Romperme, y llorar la tinta que me empapa. Mutilar el corazón en párrafos dolidos. Acallar el murmullo del escándalo desencadenado, resurgiendo del gorgorito en el chirrido de mi piel al entrar en contacto con el vacío fondo de mi garganta. Porque no vivo si no escribo, y si escribo es por morirme entre las estrecheces de mi prosa. Porque no sirvo para adular los halagos de la muchedumbre que me acosa.

lunes, 14 de abril de 2014

Hoy te quiero, mañana te odio.

No fui más que una negligencia de tu rutina agotadora, que poco a poco se convirtió en una desdicha que no encajaba en tu programa de Lunes a Viernes, que hacia de armazón cada Sábado, y estaba de sobra los Domingos, como si te perturbara el sabor del café recién hecho. Y yo en congoja los siete días, esperando que pasen seis.

lunes, 31 de marzo de 2014

Antiguo yo.

Te echo de menos. Echo de menos tus ojeras cansadas de hablar hasta las tantas, tu sonrisa de oreja a oreja, tu risa despreocupada. Tu pulso firme, al igual que tus pasos. Echo de menos tu latir fuerte cada mañana, tus ganas de comerte hasta la mirada más mal humorada, tu confianza y la pizca de esperanza que hacia resurgir hasta la ceniza más quemada. Echo de más esta desgana hasta para mirar la hora que marca el reloj aún bajo las sábanas de la mañana. Por echar, también echo y a lo lejos esta mirada cansada, la desconfianza que abrasa cada parte de la piel y el miedo que usas cada noche de manta.

viernes, 28 de marzo de 2014

Aguas revueltas.

Observé las millones de curvas que se dibujaban sobre el mar, como se deshacían con un simple movimiento. Por una parte daba miedo lanzarse por la borda, todo lo desconocido da miedo. Por otra, daban ganas de zambullirse en aquellas olas que parecían las únicas que entendían el alboroto que sacudía cada día mi interior. Miré aquel infinito océano, con ojos de nostalgia, pues era como un laberinto sin salida que no tenía fin, y así me encontraba yo, en el desierto de secretos que escondes bajo esa lengua. Y por mucho alboroto que causaran aquellas olas sé que transmitían la calma que hasta ahora nada pudo apaciguar, que las gotas de sus salpicaduras en embestida eran la fuente de cicatrización de mis heridas por unos instantes. Sobre todo me fijé en aquella estela que trazaba un surco de espuma a su paso, jugaba a imaginar que aquel era el camino para llegar hasta a ti, pero tú tan solo te alejabas más. Una vez más, me tuve que dar la vuelta y aceptar que demasiadas millas me alejaban de la sal de tu cuerpo.

martes, 18 de marzo de 2014

Me picas.

Llevo más de 1 hora mirando esta página en blanco, y creo que así es como debe seguir. ¿Acaso existen palabras que expresen la locura de este dolor?

Lo que causas aquí dentro es como un picor que no puedo alcanzar a rascar para calmarlo.

domingo, 16 de marzo de 2014

Objeto perdido.

Vivo en un auténtico cajón desastroso. De esos que si miras bien en ellos, encuentras entre todo el barullo cosas que ni siquiera sabías que estaban ahí.

Vivo en ese libro de pegatinas de mi infancia, pero ahora las pegatinas se volvieron personas, donde si no las pego bien, las acabo perdiendo por falta del pegamento.

Que yo soy como el herrete, esa parte de los cordones de un zapato que casi nadie sabe como se llama, y que si se pierde no lo echan en falta.
Soy el envoltorio del caramelo que siempre tiran al suelo, soy un grano de arena más en medio de la playa, una piedra insignificante con la que nunca nadie tropezaría. El gato negro que nadie se quiere cruzar, el espejo roto donde nadie se quiere reflejar, porque, ¿quién iba a querer reflejarse en algo que ya no sirve ni para romperse?

Soy lo que se guarda en el cajón de los trastos, y que nadie recuerda que estaba allí.

domingo, 9 de marzo de 2014

Que te den.

Vengo a decirte que di portazo contigo, de tal forma, que quedo encasquillado aquel pestillo que siempre dejaba entreabierto. Vengo a decir que necesito tu mirada, pero que te den. Que si he mirado atrás, no era para verte una vez más, si no, para que me vieras tú a mí y te doliese mi risa. Eramos, o quizás ni fuimos. Que más da, si el mayor interrogante se esconde en tu boca. Y yo que me rompía si te miraba con la piel, y hoy no somos más que un tatuaje mal hecho o aquella herida que no cicatrizó bien. Que yo quería ser el clavo que sacaba al otro, el agua oxigenada para tu herida infectada y tu sutura para después. Te diría que te follen, pero ese gusto lo quería tener yo.

lunes, 3 de marzo de 2014

Entre cenizas.

Me consumo, aquí, ahora, y en cada momento del día. Entre lugares que pasaron a ser desconocidos, que me descolocan, que dejaron un día de ser mi sitio. Es como haber vuelto a las ruinas.

Estoy sentada, entre cenizas. Marchitada en la tristeza de mi apogeo. Intentando captar bocanadas de aire fresco, pero hay tapujos de fracasos en mi garganta. Ya no soy consciente ni de lo que veo tras mi parpadeo.

domingo, 23 de febrero de 2014

Reflexiones que contaros.

Con trece creí saber lo que significaba querer a alguien, con catorce pensé que ya era lo suficiente mayor y exigía quedarme unas horas más en la calle. Con quince pensé que sabía lo que era el dolor. Con dieciséis vi que me estaba equivocando y que realmente nunca entendí nada. Ahora, con diecisiete, a meses de cumplir los 'ansiados' dieciocho, veo que me he pasado la infancia intentando tener la edad que no tenía, y que intentaba entender cosas que en ese momento no podía. Es cierto que se aprende con las experiencias y daños, pero los años también ayudan a comprender mejor. Ahora al menos estoy segura de que querer a alguien no se trata de decirle cada día que le quieres, o escribirle miles de palabras mostrando tu 'afecto'. Que se le dice te quiero a esa persona que ha ganado un hueco en tu vida, y tu vida equivale a todos los días hasta que deje de latir. Que simplemente consiste estar en las buenas y en las malas. Que las promesas nunca han servido de nada, que es más factible una mirada, o un silencio que comprenda. Que los celos no llevan a nada, ni significa que quieras. Cuando quieres a alguien no existen celos, ni orgullo, ni malas intenciones. Simplemente le deseas lo mejor, sea a tu lado o no. Al menos eso me ha enseñado la experiencia y los pocos años que tengo. Que el tiempo no hace la confianza ni el cariño, lo haces tú. Que aquel que dijo a palabras necias oídos sordos tenía razón. Que por mucho que esta sociedad lo intente nunca han existido etiquetas y nunca existirán. En mi teoría solamente existe las personas que miran por encima del hombro creyéndose mejores o que porque me miren con su cara de desprecio harán que me hunda, y luego estamos los 'normales', los que seguimos con nuestras vidas cada una a su manera. Al fin y al cabo es como escribí una vez: no hay vida más triste y vacía que la de aquellos que viven por rascar las heridas de los demás. Que no hay mayor dolor que la distancia que ocupa mi vida desde aquí, al cielo. No sé si me explico. Que los amigos discuten, pero no se matan entre ellos, ni se ladran ni se muerden, ni se olvidan de la noche a la mañana, ni se reemplazan por el/la primer/a perro/a que pase. Que lo más importante es la familia y ese es el único secreto de tu felicidad. 'Donde esta el pan esta tu casa' o al menos eso me dijo una vez mi madre. 'Cree en ti mismo' o al menos eso me he dicho siempre y ha sido el secreto para que resurja una y otra vez de lo más hondo. Si vas a hacer algo que sea por ti, ya que esa es la única constante válida y permanente que va a existir. Nunca creas entender la vida porque te estarás engañando, nunca intentes entenderla, porque nunca lo conseguirás. Y en el momento que creas que has resuelto una de tus dudas agárrate fuerte, que ahora el viento soplará desde otro lado. Cada vez nacemos más jóvenes y la vida, que nunca muere, se hace más vieja. Podría escribiros toda la noche, pero al fin y al cabo, algunos nunca entenderéis mis palabras hasta que no viváis. 

viernes, 21 de febrero de 2014

Una noche más..

Una noche más de dar vueltas en la cama, de empapar la almohada, de esperar a despertar por la mañana y que tú estés en el otro lado rozándome la espalda. Que en el momento menos inesperado tu aliento llegue a mi nuca y me estremezca entre las sábanas.

Cúmulo de insatisfacción.

Soy un cúmulo de paradojas y complejos. Dudas que me desbordan y desnudan. Una fuente de insatisfacción que rebosa de pena. Cicatrices ilegibles que tatúan mi piel sin que tengan cabeza ni pies. Cobardía en estado puro y una pizca de esperanza que se disipa como el humo. Soy el rojo de tus ojos de llorar durante horas, la pequeña mancha casi invisible que dejé sobre tu cuerpo, o aquella foto recubierta de polvo guardada en aquel baúl tan oscuro. Soy una minúscula parte de lo que me gustaría ser, el puente se rompió y ahora a ver quien avanza o tiene cojones de retroceder.

No estaría de más.

No estaría de más expulsar el aire que nos sobra para coger las fuerzas que nos faltan. Equilibrar nuestras miradas en la balanza, ni muy por debajo del hombro ni muy por arriba de nuestro ego. Lo suficiente para que cuando me mires sepas que te quiero.

jueves, 20 de febrero de 2014

Mil ciento cuarenta y dos días.

Llevo mil ciento cuarenta y dos días echando de menos a quien realmente siempre me echó de más. He hecho más de ocho mil kilómetros porque 'me necesitaba'. Vosotros lo llamaréis locura, yo lo llamo tiempo perdido.

lunes, 17 de febrero de 2014

Perdona el desorden.

Perdona el desorden. Los antiguos inquilinos se dedicaron a tirarme las lágrimas por la ventana. Ahora estoy de obras, y me salen demasiado caras las reformas. Hay sitios en los estrechos pasillos de mi corazón que no quiero dejar vacíos, pero prometo hacer espacio. He cerrado con llave las puertas que ya estaban demasiado usadas (la llave está bajo el felpudo) y me he asomado por aquellas en las que nadie ha llamado, pero yo sé que hay alguien esperándome tras de ellas. He dejado mil notas en los sitios más congelados de mí para recordar los errores que hicieron de mis primaveras un invierno eterno.

domingo, 16 de febrero de 2014

Primer latido.

Aunque te cueste creerlo siempre fuiste el primer latido de cada mañana. Acepté que yo no era nadie para que mi nombre fuese pronunciado por tu boca, o para que malgastaras tu aliento en convertirlo en suspiros por mi ausencia. Siempre fui el cigarro que se consumía esperando una calada que nunca llegó, o al menos de tus labios. Te miraba desde lejos, de reojo, mientras tu insistías en evitar mi sonrisa, que aunque no quieras reconocerlo, yo sé que si me hubieras mirado, habrías cambiado de opinión.

viernes, 14 de febrero de 2014

Astillas, clavos y espinas.

A veces soy tan fría que acabo congelando todo mi alrededor, y todo el cariño que querían darme se acaba apagando sin que vuelva a prender. Estoy tan rota, que mis astillas y esquinas puntiagudas sobresalen haciendo que todo lo que toque acabe rompiéndose, y si por el azar de la suerte no fuera así ya se encarga mi torpeza de destrozar aquello en lo que coloqué mi confianza. Que no hay suficientes clavos para sacar los que quedaron firmemente anclados. Ni siquiera existen suficientes rosas en el mundo que igualen la cantidad de espinas que llevo clavadas en mi cuerpo.

martes, 11 de febrero de 2014

Dispara.

'Resbalé con tus excusas, reventé mi cuerpo contra la pared de sus mentiras, corrí bajo la tormenta de tus ojos, conseguí atravesar los abismos de tus vértices y aprendí como encontrar, o perderme, entre los kilómetros de tus lunares. Pero como ya me temía eras tú quien estaba tras el gatillo, sin ninguna intención de dejar que me acercara hasta ti. Y a unos centímetros de poder abrazarte lo apretaste. Vaya si me dolió que hoy por ello aún sangro. Todavía seré tonta si digo que lo prefiero así si tú eres más feliz sin mí de lo que lo soy yo contigo. De todas formas prefiero que me destroces a disparos, que duelen menos que tus palabras.'

Te vorágine.

'Tenía ganas de que me comieras a bocados, de que la marca más bonita de mi cuerpo fuesen las señales de tu boca. Y es que el rojo nunca favorecía tanto mi cuerpo como cuando estaba cubrida mi espalda de tus arañazos. La cerveza perdía el sentido si no la bebía contigo, el alcohol ya no me saciaba las heridas desde que apareció tu lengua y las curaba con saliva. Nunca es placentero el calor si no es de tu piel. Las palabras, palabras son si no salen de tu voz, y ahí siempre estuvo mi error.'

lunes, 10 de febrero de 2014

Que estupidez.

'Miraba una y otra vez mi reloj, no sé muy bien si lo que quería era que diera marcha atrás, o que no se me hicieran tan eternas las horas. Lo único que sé es que esperaba tus palabras. Esperaba que dijeras que habías tardado tanto en llegar porque no sabías como venir hasta mi. Y me alimenté de tu recuerdo, y que estúpido fue, pues es como darle pan al que muere de sed.'

domingo, 9 de febrero de 2014

Quema.

'Pero me volvió a enamorar, o quizás nunca dejé de estarlo. Tambalea el corazón con su voz, tiembla cada poro de mi piel con el roce de sus dedos, queman sus huellas la más dura superficie de mi cuerpo. Una noche más lo dejé todo a medias por derretirme ante él. Y más que amor, encontré dolor por no poder fundirme en sus ojos. Que no falte el nudo en la garganta que deja la distancia entre los huecos de sus manos hasta mis huecos, mis huecos entre los dedos que son la prueba de su ausencia. Que me arranco a mordiscos los labios si no te tengo a centímetros de ellos. Que mi aliento es humo si no estás tú para abrazarme en este Febrero frío. Y qué daría por convertir mis besos en caricias en tu espalda.'

lunes, 3 de febrero de 2014

Bajo mi piel.

Por los que hoy ya no están y jamás volverán a estar, los mismos que se fueron arriba, o abajo, o donde quiera que estén, ni sé con certeza en que dirección se encuentran, pero al menos sé que bajo mi piel están. Ya no ocupan un sitio en la mesa en Navidad, ni en ningún otro día del año. Ya no resuenan sus carcajadas en el aire, pero si en mi cabeza. No resbalan lágrimas sobre sus mejillas, pero si lucen sus sonrisas en fotos, ya no discutimos por ver quién lleva la razón, pero ahora laten con fuerza en mi interior. No tengo sus presencias, pero tampoco sus ausencias. Ocupan un lugar en la esquina inferior de los estrechos pasillos de este corazón. No hay vuelta atrás, dimos lo que pudimos en el tiempo que tuvimos. La vida viene sin avisar y te atropella sin miramientos. Unos sobreviven, otros no tuvieron tanta suerte. Unos se esfumaron porque ya debían, otros no tuvieron elección, y lo peor es que fue con dolor.

Lo que tenemos hoy, mañana, pasado, y el resto de nuestras vidas es lo más importante que vamos a tener. ¿Porqué no cuidarlo? Al fin y al cabo, la vida es eso que está pasando mientras lees esto, es un suspiro que se agota, imposible de contar ni en una milésima de segundo.

lunes, 27 de enero de 2014

Ojalá.

' Ojalá que cuando estés a punto de olvidar hasta mi nombre alguien te hable de mí. Ojalá que entonces intentes buscar en otros ojos la seguridad que te daban los míos, y que no consigas encontrarlos. Ojalá que me busques en otro piel y que todas las sientas frías. Ojalá que busques mi amor en un desconocido, y que comprendas que nadie te querrá como yo. Ojalá que entonces me vengas a buscar y veas que rompí el reloj. Ojalá que algún día me eches de menos, y yo te eche de más. Ojalá que cuando me recuerdes llores, al igual que lo hice yo.

Ojalá fuese yo la del corazón de piedra y no la del corazón hojalata oxidado.'