Ojalá terminar de romperme,
para que algo o alguien vuelva a hacerme.
Ojalá mis ganas neutras, o extinguidas.
Pero a estas alturas el vértigo es omnipresente
y yo ya no tengo más palabras que ejerzan de paracaídas.
Estoy estallando de nuevo.
Porque ya no sé dar la talla aunque ponga
el empeño, mis puños y más años,
aparte de los cinco que llevo colgando.
Ojalá contarte lo innombrable pero no sé
quien coño eres y estoy echando la llave.