Los ojos tristones, cariño.
Dibujados en acuarelas.
Mi figura pictórica en pena,
y un corazón de tinta
que con cada palabra se envenena.
21. Marzo
Los ojos tristones, cariño.
Dibujados en acuarelas.
Mi figura pictórica en pena,
y un corazón de tinta
que con cada palabra se envenena.
21. Marzo
20 abril.
He derrumbado el castillo de cenizas que levanté en el cenicero, he llegado la segunda, pero soy la primera. Sigo sin rimar ninguna porque mis besos siguen siendo impares. Siguen intentando interpretarme, quizá una noche tengan suerte. Mi umbral de dolor está roto, esta vez cuéntaselo a otro, esta ya me la sé y ya no me provoca nada nuevo aunque lo tallara en mis ojos.
09/02/2018
Se acabó.
Mi mano se desliza, pero cualquier superficie ya es áspera. Mi dolor se hace conciso, lo noto en mis ojos. Hoy rompí un vaso, se cayó al suelo y pude verme en cada uno de los pedazos. Intentan interpretarme, he vuelto a ese estado. Hay humo denso, y una chica no para de mirarme, creo que es la única que se ha dado cuenta que estoy en el cuarto, pero no delante. Cariño se me da de puta madre escribir sobre esto, el amor se lo dejo a otros. He levantado un castillo en el cenicero, y sé que si suspiro lo desplomo, pero me da miedo matar a quien aún vive dentro. No he rimado ninguna, porque los primeros son impares, y yo me siento así, aunque haya llegado segunda.
Todos mis poemas reservados a sus ojos pardos, o a mis ojos que sin los suyos son esclavos.
8 Abril.
Estoy sentada en la barra,
y hay unos ojos inquietos
observando atentos mi silencio.
Los neones me destellan
lo que la luna de otra persona ya no puede.
Estoy oscura, o eso me dicen,
indiferente de si el sol amanece.
Voy a darme caza,
porque en ninguna de esas miradas sucede.
Quince espinas,
decorando mi cuello desangrado,
y un montón de flores mustias
que no les pareció suficiente
mi amor para crecer,
lo de siempre.