jueves, 17 de diciembre de 2015

Prosa Completa I

Empieza a pasarme factura la falta de sueño y cordura.
Los ojos rojos, secos e irritados desde hace meses.
Vengo nuevamente a verme.
Ahora más tranquila, con las dudas esquiladas
y las balas entumecidas.

Estoy hablando con el tiempo.
Dice que ya es hora de perdonar
a la que me mira cada día en el espejo.
 He encontrado el sosiego
volviendo sobre mis pasos, aprendiendo.
Que nunca fue todo lo que di y luché,
que siempre fue la ausencia
de lo que nunca tuvo que ser.

Estoy envolviéndome en mí,
que ya llega diciembre con el frío,
y a veces el único calor que necesitamos
reside en nosotros mismos.





miércoles, 28 de octubre de 2015

El gato pardo.

Que mis palabras podrán estar ardientes de aquel dolor que pusiste en mi pecho, que aún así sigo sin saber como llegar a derretir tu gélido corazón de aguacero. Ya no es menta... ahora es hielo lo que veo en tu iris de tormentas. Lo incomprensible de que anochezca y yo siga buscando el gato pardo que por dentro me revienta, ¿lo entiendes tú? Porque yo en cambio sigo sin respuestas. He perdido el tiempo, las ganas y las fuerzas en personas que sin yo querer darme cuenta a puñaladas me han dejado las costillas descubiertas...

¿La última llave?

Tengo ganas de escribirte lo innombrable. Que entiendas de alguna forma que me aferré a ti como si fueras la última llave. Ha pasado el tiempo... más bien los años, y cuando parecía que se disipaban los colores de mi iris de niebla, ha irrumpido en mí las cataratas de tu inexorable indiferencia. Sigo a ciegas, y aún así sé que este camino tan solo me lleva a partir mi vida de la manera más fácil y rastrera, sin pero y sin más espera.

No hay tiempo ni cordura para alguien con tanta desmesura.

Actualidad.

¿Ojos tizón o transparentes?

Tú decides si verme o mirarme. Pero imbéciles hay de sobra en todas partes y la risa ya no se oye en ningún rincón de mi calle. Quizás somos ya quienes temíamos ser, simples huesos anclados a una tibia piel. Ha salido el sol pero si te fijas bien puedes ver llover, y como no vuelven a florecer más oportunidades en el amanecer.

Los días son copias unos de otros, pero no te has dado cuenta porque te pasas el día arrastrando el dedo para ver unas mierdas de fotos.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Sábanas de piel.


Me despellejé por tu felicidad hasta tal punto que podría haberme tejido unas sábanas con toda aquella piel que se me desgarró en cada noche en vela. Esas que nunca has tenido en cuenta aunque calzara como zapatos mis ojeras. Tengo por cortinas tus pestañas, indispuestas a dejar ver una vez más el color del iris que un día me llamaba. Sin ser gato arañan tus palabras en mi espalda, tus mentiras de marfil se afilan bien en mis costillas rajadas.

viernes, 7 de agosto de 2015

Luna y yo.

Las olas rompían una tras otra en la orilla,
pensé, 'yo me siento así'.
Como si me golpearan constantemente,
y que ya no sé ni la dirección
en la que vienen todos esos golpes a mis costas.
Poco a poco amanecía,
la Luna desaparecía,
entonces comprendí,
aquellos instantes...
también eran los últimos para mí,
en aquel amanecer con ella me morí.

jueves, 26 de marzo de 2015

Desorden mental. XII

Qué puedo decirle a este destiempo.
Que fuimos un chiste de mal gusto,
donde tú te compadecias manteniendo algo que sabías que no existía,
y yo fingía que realmente me querías.

La de cosas valiosas que dejamos por el camino solo por morir por quien no moriría sin nosotros.

martes, 3 de marzo de 2015

¿Quieres irte? Hazlo.

Me duele, sí.
Pero más me dolería atarte
mientras intentas escapar de mí.
No quiero excusas cada día
para que nuestros corazones
subsistan unidos un amanecer más.
No quiero que llegue la hora de dormir
y que me arropes con el frío
de tu indiferencia.
Ojalá mis ganas neutras, o extinguidas.
Pero me abrasan las pupilas
de no encontrar la calma en ninguna
otra alma que no sea la tuya mi vida.
Fallecimos hace tiempo,
con aquel reloj que se paró a destiempo.
Te juro que te miré,
y supe verte bajo la piel,
anda vete, qué importa.

viernes, 9 de enero de 2015

Desorden mental. XI

Tu boca siempre me pareció
una cascada furtiva donde
desconectar por momentos.
No había mejor elixir que
el de tu saliva haciéndome
deseable por un rato.

miércoles, 7 de enero de 2015

Desorden mental. X

Aceptó mi locura,
aunque, no sabía,
que solo por un instante.
Le ajusté el cielo como anillo,
pero no lo compartió conmigo.

domingo, 4 de enero de 2015

Desorden mental. IX

Me he cortado pasando de página.
Para que luego digan que es fácil,

                que no duele.

Desorden mental. VIII

No voy a mirar aquello que me duele.

Sí, me refiero a tus ojos,
de canela, de menta, de azul cielo.
Tampoco me he fijado,
porque lo bonito está más allá.
Donde hace contacto con el alma.

Desorden mental. VII

Me siento frágil.
Como cristal.
Siento que corto,
y que yo,
también me hiero.

Me rompo si respiro.

Mi piel se desprende,
de mí,
de mis huesos.
Ya no se siente de nadie.

Corazón caminante,
camino de cuerda floja.
Que en un pestañeo se parte.
La cuerda que mi carga...
soporta.

Tintinean mis dientes.
Asustados.
Entre escalofríos,
que pena,
digo,
que no sean provocados
por tus labios.

sábado, 3 de enero de 2015

Desorden mental. VI

He encontrado dentro de mí,
demonios que prefiero enterrados.
Sentimientos explosivos,
prendidos por mi cigarro.
Heridas ilegibles si no son
leídas con las cenizas de mi vida.

viernes, 2 de enero de 2015

Desorden mental. V

Me pican las alas.
Se deshacen con la templanza de quien sabe,
que es hora de resignarse al olvido.
Dejó tu amor de ser terso entre mis dedos,
la gangrena de mi pecho.

Desorden mental. IV

La de cosas que he perdido y cayeron en el vacío del olvido,
no me da ni pa' vivir con la sonrisa rota que me queda.
Que son más penas que alegrías, y me he desentendido
buscando la solución de lo imposible en lo improbable.

Desorden mental. III

Será cosa mía, o realmente cada invierno es más frío desde que no es tu piel quien me protege. Sufro, una glaciación de sentimientos, y una ejecución de mi vida que vino en forma de avalancha.

Desorden mental. II

Parece que va a llover

Aunque hoy está soleado,
y el cielo despejado.
Será entonces que la tormenta
que escucho aproximarse
tiene lugar en mi interior.

Desorden mental. I

Y acometo contra mí.

Y te eximo a ti.

Y se me constipan las ganas,
se rompen nuestros lazos,
se pierde mi calma.